Las Capillas Mediceas se hallan en la parte trasera de la Basílica de San Lorenzo y el acceso se practica por la plaza Madonna degli Aldobrandini. Se trata de un amplio conjunto que se concibió con la función principal de albergar las tumbas y sepulcros de la familia Medicis. Si bien, no sólo los integrantes de esa familia están aquí enterrados, ya que finalmente se incorporaron monumentos funerarios en honor de otros personajes relevantes de Florencia y de la Toscana, e incluso de artistas, ya que aquí está la tumba del escultor Donatello.

La Capilla de los Príncipes

El espacio más amplio de todo el complejo arquitectónico es la Capilla de los Príncipes. Se trata del espacio más visible desde el exterior, ya que es la sala cubierta bajo la gran cúpula semiesférica cubierta de ladrillos. Pero si la cúpula es semiesférica, el espacio interno tiene planta octogonal, y allí es el lugar donde están los seis sarcófagos de los grandes duques Cosme III, Francisco I, Cosme I, Fernando I, Cosme II y Fernando II.

Todo este conjunto de monumentos funerarios dominados por esculturas, se completa con una ostentosa decoración en mármol, muy del gusto barroco, y diferentes altares. Además desde aquí hay acceso a dos salas que en otro tiempo fueron sacristías y que en la actualidad son ámbitos dedicados a la exposición de relicarios, objetos litúrgicos y ornamentos sagrados de diversas épocas.

La Sacristía Nueva

Sin embargo, la sala más emblemática y valiosa de las Capillas Mediceas es la Sacristía Nueva, unida mediante un corto pasillo a la Capilla de los Príncipes. Y es la sala más importante, porque ahí se encuentra uno de los conjuntos escultóricos más importantes que realizó en su ciudad el gran Miguel Ángel.

Además la intervención de Miguel Ángel en este lugar no sólo fue de carácter escultórico, también trabajó en cuanto a su arquitectura, sentando las bases de lo que iba a ser el estilo manierista. Ya que hizo que el estatismo propio de la arquitectura renacentista, aquí se convierta en dinamismo como la presencia de juegos rítmicos de pilastras y hornacinas.

Todo ello para acoger las tumbas de dos de los personajes más relevantes de la familia Medicis: Lorenzo el Magnífico y Juliano de Medicis. De ambos realizó sendas esculturas sobre sus sarcófagos y las acompañó de alegorías con formas de hombres y mujeres desnudos. Es en estos desnudos donde se manifiesta la gran maestría artística de Miguel Ángel y su profundo conocimiento de la anatomía humana.

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Escrito por Armando Cerra