Es muy posible que no haya en el mundo otro conjunto arqueológico con la fama y valor que posee la Acrópolis ateniense. El viajero que la descubre por primera vez queda impresionado por la serena monumentalidad de esas ruinas. Los que ya la conocen y la revisitan vuelven a quedarse maravillados ante la belleza que irradian esos edificios derruidos. Incluso los propios atenienses se impresionan cada vez que los contemplan.
Y es que la Acrópolis, que no significa otra cosa que “ciudad alta”, es un conjunto histórico, artístico y arqueológico fascinante. Todo el mundo que lo visita hace un ejercicio de imaginación para intentar visualizarlo mentalmente completo, porque si impresiona en estado ruinoso, debería ser glorioso en su plenitud.
Recorrido por la Acrópolis de Atenas
Para visitar la Acrópolis hay que pagar una entrada, y es posible hacer visitas guiadas o alquilar audioguías para descubrir todos los secretos del yacimiento. El acceso hay que hacerlo por los Propíleos, una monumental entrada construida en el siglo V antes de Cristo.
Al traspasar los Propíleos, el visitante se encuentra en la Vía Panatenea, que era el recorrido ritual que hacían las panateneas, y lo primero que se encuentran a la derecha es el pequeño Templo de Atenea Niké, uno de los edificios mejor conservados del conjunto y que hace pocos años fue restaurado.
Después nos esperan dos de las grandes joyas de la Acrópolis. Prácticamente enfrentados el uno con el otro. Se trata de dos templos: el Erecteion y el Partenón.
El Erecteion ocupa el lugar más sagrado de la colina. En su fachada se ven las famosas Cariátides, unas figuras de mujer que hacen de columnas. Si bien, hay que saber que las que se ven en la actualidad no son las originales, sino réplicas, ya que las estatuas verdaderas se custodian en el Museo de la Acrópolis situado fuera del conjunto arqueológico.
Y en cuanto al Partenón, basta decir que es la obra más emblemática de la civilización griega. Un majestuoso templo de orden dórico, íntegramente construido en mármol en el siglo V a. C. Hoy está en perpetua restauración, y jamás recuperara todo su esplendor ni su colorido, porque en origen estaría pintado y repleto de relieves y esculturas, muchas de las cuales se encuentran desperdigadas por museos del mundo, especialmente en el British Museum de Londres.
Sin duda esto es lo más famoso de la Acrópolis y lo que se sitúa en la cúspide de la colina, pero todavía hay más en la ladera sur. Dos teatros, columnatas, varios monumentos y un sinfín de restos de lo que fue la Atenas más esplendorosa, que siguen impresionando al visitante por la extraordinaria riqueza cultural que poseyó aquella civilización de la Antigüedad.
Dirección: Acrópolis, Atenas
Horario:
- Lunes a domingo: 8:00 a 20:00
Precio:
- Entrada general: 12€
- Mayores de 65 años residentes en la Unión Europea y estudiantes: 6€
- Menores de 18 años: Gratis
Con la entrada es posible entrar en la Ágora Antigua, la Ágora Romana, la Acrópolis, la Biblioteca de Adriano, el Templo de Zeus Olímpico o en el Museo Arqueológico de Kerameikos, entre otros.
Autobús:
- Lineas con parada en las inmediaciones de la Acrópolis de Atenas: 035, 040, 106, 126, 136, 137, 227, 230, 550, A2, B22
Tranvía:
- Lineas 1, 5, 10, 15
Metro:
- St. Akropoli: M2
- St. Thiseiou: M1
- Stathmos Isap Monastiraki: M1, M3
Página web oficial de la Acrópolis de Atenas
Gracias por la información.