Chianti, evidentemente es el nombre de la denominación de origen de los vinos más famosos de la Toscana y de toda Italia. Y en realidad es el nombre de una región de la zona toscana. Precisamente en ella se encuentra la población de Castellina in Chianti, y como no podía ser de otra manera, el principal motivo para visitarla es catar sus afamados caldos.
Bodegas y enotecas
El mejor modo para recorrer la zona de Chianti es hacerlo con un vehículo alquilado, por varias razones. En primer lugar por la libertad de movimientos que otorga. En segundo, porque para visitar ciertos lugares sólo es posible hacerlo en autobuses de línea con horarios no siempre adecuados al viajero. Y en tercer lugar, porque siempre el visitante acabará comprando vino y no es cuestión de ir acarreando con él de malas maneras.
Así, si llegamos a Castellina in Chianti en coche, precisamente a la entrada de la pequeña localidad ya se distinguen unos enormes depósitos para el vino. Muy cerca de ellos es necesario aparcar, porque las calles del pueblo son muy estrechas, y además la población bien merece un tranquilo paseo, que comienza atravesando un pasadizo que ya nos adentra en el laberinto medieval de sus calles.
En ellas hay numerosas bodegas y enotecas que venden sus vinos, y otros productos agrícolas y ganaderos típicos de la tierra. Pero sobre todo vino de las diferentes variedades locales.
Una ciudad antigua y medieval
Si parte del topónimo de esta población ya nos remite a sus vinos, la palabra Castellina recuerda a su fortaleza, a su castillo. Hoy en día, lo que queda de ella se ha transformado en el Museo Arqueológico del Chianti Senese, que se encuentra en la plaza del Comune. Allí se exhiben numerosos bienes de origen etrusco, extraídos de las diferentes excavaciones arqueológicas que se llevan a cabo en la zona de Castellina in Chianti y alrededores.
Pero además del museo, el encanto histórico de la población radica en caminar por su trazado medieval, donde se suceden los pasadizos, las casas antiguas construidas en piedra y mil y un detalles arquitectónicos y decorativos que hacen las delicias de los amantes de la fotografía.
Los alrededores
En Castellina in Chianti es posible alojarse, y es una buena base de operaciones para descubrir las poblaciones del entorno como Radda, Gaiole o Panzano, todas ellas rodeadas por el típico paisaje toscano de suaves colinas, viñedos, villas y campos de cultivo. Esta opción de pernoctar aquí es muy interesante, y en principio más económica que hacerlo en Florencia, que se encuentra a tan sólo 45 kilómetros.
Dirección: Castellina in Chianti, Italia
Autobús:
- Como hemos indicado el mejor medio de ir es el coche, aunque si quieres ir en autobús es posible, eso si debes saber que hay muy pocos al día y que el viaje es excesivamente largo sobre todo porque hay que coger dos autobuses. Una opción es coger el 365A hasta Lucarelli y allí coger el 125 hasta Castellina in Chianti. Otra opción es coger el 131R hasta Fontebecci y allí subvierte en el 125.