La Catedral de Florencia está bajo la advocación de Santa María de las Flores, pero popularmente es conocida como il Duomo. El edificio que hoy vemos es el fruto de una larga historia en la que se mezclan diversos estilos artísticos y sobre todo aparecen grandes nombres del arte florentino, especialmente de creadores del Renacimiento.

Orígenes medievales

Fue en el siglo XIII, cuando la ciudad había disfrutado de un periodo de prosperidad, cuando se decidió demoler la antigua catedral y construir una nueva. Y el proyecto se le encargo al arquitecto y escultor Arnolfo di Cambio. De este modo en el año 1296 se comenzaron los trabajos del nuevo edificio. Unos trabajos que se prolongaron mucho en el tiempo, tanto que el arquitecto falleció en 1302 y no se había concluido. De manera que décadas después fueron continuados con la dirección de uno de los grandes artistas de Florencia, Giotto.

No obstante, tampoco él acabó el edificio, y sobre todo quedaba por construir su elemento más emblemático, la gran cúpula central o Cupulone. Una labor que recayó en el famoso Filippo Brunelleschi, quién finalmente dejó acabado ese hito arquitectónico en 1434.

El edificio del Duomo

De esa larga historia, hoy destaca su fachada construida en mármol de diferentes colores (blanco, verde y rosado) que sirve de base para infinidad de mosaicos y esculturas de grandes artistas del siglo XV, entre las que se encuentran obras juveniles del escultor Donatello.

Y sobre todo destaca il Cupulone, convertido en emblema turístico de la ciudad, el cual es accesible por los visitantes, que pueden subir hasta la misma cúspide de la cúpula para admirar desde ahí, no sólo la construcción del templo sino también una amplia panorámica de la ciudad.

El interior del templo

En cuanto a la visita al interior de la Catedral, la visita supone un gran recorrido por la historia del arte florentino y por las obras de algunos de sus más importantes artistas. Comenzando por las vidrieras que diseñó el gran escultor Lorenzo Ghiberti o la muchas esculturas y pinturas repartidas por las tres naves del templo y sus capillas.

Entre todo el conjunto cabe destacar que aquí trabajaron Donatello, Luca della Robbia, Miguel Ángel o Giotto, cuyas creaciones de arte religioso se encuentran repartidas por la iglesia, y también en el interesante Museo dell’Opera dell Duomo, accesible desde la parte posterior de la cabecera de la Catedral. Hay que decir que mientras la entrada a la iglesia es gratuita, en el caso de la ascensión a la cúpula o el acceso al museo es necesario pagar una entrada, y suele ser habituales las colas.

photo credit: Rodrigo_Soldon via photopin cc

Escrito por Armando Cerra