En apenas media hora de tren desde Bruselas se llega hasta Lovaina, situada a menos de 30 kilómetros de la capital. Se trata de la ciudad universitaria por antonomasia de Bélgica, y por lo tanto una de las urbes más dinámicas y divertidas del país dado el carácter juvenil de sus residentes.
Lieja
Lieja es la gran ciudad belga situada en su zona oriental, ya muy cerca de la frontera con Alemania. La distancia por carretera o por vía ferroviaria que hay que salvar para llegar hasta ella desde Bruselas es de unos 100 kilómetros, lo que es lo mismo poco más de una hora, por lo que si la estancia en la capital belga es prolongada, bien merece la pena reservar una jornada para viajar hasta esta urbe histórica.
Tournai
La ciudad de Tournai se encuentra al sur de territorio belga, ya muy próxima a la frontera con Francia, por lo que el idioma que se habla aquí es el francés. Para llegar hasta ella basta con tomar un tren en las principales estaciones de Bruselas y tan apenas tras una hora y cuarto de trayecto, el viajero ya puede visitar la ciudad.
Charleroi
Esta ciudad francófona se ubica al sur de Bélgica, a menos de una hora de Bruselas tanto por carretera como por ferrocarril. No se trata de la ciudad más turística del país, sin embargo en los últimos años el tráfico aéreo que soporta su cercano aeropuerto, sobre todo de compañías de low cost, ha hecho que se pongan en valor sus atractivos turísticos.
Catando las cervezas belgas
Todos aquellos a los que le gusta la cerveza, si viajan hasta Bruselas estarán de enhorabuena. La oferta que encontrarán en bares, tabernas, restaurantes, terrazas, supermercados y tiendas especializadas es amplísima. De hecho se estima que solo en Bruselas se pueden catar hasta casi 500 cervezas diferentes del país. Es decir, la cerveza belga es un mundo.
Ruta del Cómic por los murales de Bruselas
Se puede decir con toda la rotundidad, Bélgica es el país del cómic y durante la visita a Bruselas eso se puede comprobar de una forma muy rápida y atractiva. Haciendo la Ruta del Cómic por las calles bruselenses.
Tomar gofres por las calles de Bruselas
En el norte de Europa los horarios de las comidas y su distribución a lo largo del día son un tanto diferentes a como lo hacemos en los países más mediterráneos. Por ello, cuando se viaja a una ciudad como Bruselas es interesante saber ese ritmo de comidas, para no encontrarse con la desagradable sorpresa de entrar a algún restaurante para comer o cenar y nos digan que la cocina ya está cerrada.
Maison du Roi
La Maison du Roi es un gran palacio que ocupa la mayor parte de la zona norte de la Grand Place de Bruselas. La primera curiosidad que hay que saber sobre él, es que pese a su nombre que significa “Casa del Rey” nunca estuvo habitada por ningún monarca. Y en realidad se construyó como mercado para abastecimiento de pan.
Iglesia de San Juan Bautista
Situada en la plaza de Béguinague, al noroeste del casco histórico de Bruselas y donde hay una parada de metro, la Iglesia de San Juan Bautista está considerado como uno de los edificios de estilo barroco más hermosos de los que se pueden contemplar en la capital belga.
Plaza de Santa Catalina
La Plaza de Santa Catalina se sitúa al noroeste de la Gran Place y es alcanzable tras un corto paseo atravesando otras importantes plazas del núcleo histórico de Bruselas como son la de la Bolsa o la de Brouckère. Una vez que se llega a ella se aprecia, que esta plaza está prácticamente ocupada en su totalidad por la iglesia que lleva el nombre de esa misma santa.
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