Ya en la Atenas antigua uno de los barrios en los que se dividía administrativamente la ciudad era el de Cerámico. Una división y una categoría que se mantiene en la actualidad. Y dentro de ese barrio se conserva la mayor y mejor necrópolis clásica que ha llegado hasta nuestros días. Lo cual ya es motivo para adquirir la económica entrada que permite su visita. Además de que pese a su ubicación céntrica supone un remanso de paz en contraste con las calles que lo rodean.
Los atractivos del Cerámico
En el Cerámico todavía se conservan dos de las antiguas puertas que tuvo. Ambas son puertas de carácter ritual. En primer lugar la puerta de Dipilón, por la que pasaban las procesiones que desfilaban desde el Ágora hasta la Acrópolis. Y también está la Puerta Sacra, la cual era cruzada por los peregrinos que hacían el camino de la Vía Sacra hasta la ciudad de Eleusis.
Pero sin duda lo que más impresiona de la visita a este cementerio es admirar la enorme cantidad de tumbas conservadas, ya que ésta fue la necrópolis para los atenienses desde el año 3000 antes de Cristo hasta el siglo VI de nuestra Era. Es decir miles de sepulturas, de las cuales las más espectaculares se hallan en la llamada Gran Avenida de las Tumbas.
Allí se sepultaba a los ciudadanos más ricos, y por lo tanto, sus tumbas llegaban a ser realmente opulentas, como es el caso de una sepultura en la parcela de Dionisio de Kollyotos en la que se ve un gran toro de mármol que se esculpió en el siglo IV antes de Cristo. También destacan algunas lápidas con relieves como la de Agathon, en la que se ve una conmovedora escena en la que Korallion se despide tiernamente de su esposo. O la tumba de Lisimáquides, donde el relieve lo protagoniza Caronte, el barquero de los Infiernos y su perro Cerbere.
En definitiva, pasear entre estas tumbas es una actividad muy recomendable, por la tranquilidad que transmite, por las reflexiones sobre las ideas de la vida y de la muerte que se tienen actualmente y en el pasado, y por supuesto por los elementos históricos y artísticos que se descubren.
El Museo Oberlaender
No obstante, hay que decir que por motivos de conservación, gran parte de las obras que se ven son réplicas, ya que los originales más valiosos se guardan en el Museo Oberlaender situado en el interior del recinto y accesible con el mismo ticket de entrada. Un museo muy interesante y que lleva el nombre del mecenas que impulsó la concienzuda excavación arqueológica de este cementerio.
Dirección: Ermou, 125, Atenas
Horario:
- Abril a septiembre:
- Lunes a domingo: 8:00 a 20:00
- Octubre a marzo:
- Lunes a domingo: 8:00 a 15:00
Precio:
- Entrada general: 2€
- Mayores de 65 años residentes en la Unión Europea y estudiantes: 1€
- Menores de 18 años: Gratis
- Entrada combinada: 12€
- Entrada combinada para mayores de 65 años residentes en la Unión Europea y estudiantes: 6€
Con la entrada combinada es posible entrar en la Ágora Antigua, la Ágora Romana, la Acrópolis, la Biblioteca de Adriano, el Templo de Zeus Olímpico o en el Museo Arqueológico de Kerameikos, entre otros.
Autobús:
- Lineas con parada en las inmediaciones del Cementerio de Cerámico: 025, 026, 027, 035, 049, 227, 815, 838, 856, 914, A16, B18
Tranvía:
- Linea 21
Metro:
- St. Thiseiou: M1
- Stathmos Isap Monastiraki: M1, M3
Página web oficial del Cementerio de Cerámico