El Jardín de Verano de San Petersburgo es uno de los más bellos parques de la ciudad. Está situado entre el río Fontanaka y el campo de Marte. El jardín fue diseñado por el propio Zar Pedro el Grande y su intención era la de imitar los preciosos jardines del castillo de Versalles. Es casi tan antiguo como la propia ciudad de San Petersburgo y llegó a convertirse en el lugar donde pasear del brazo de una dama.

Historia del Jardín de Verano

Este jardín fue creado en el año 1704, el zar hizo traer hermosas estatuas de mármol desde distintas partes tanto de Rusia como de fuera de Europa. Trajo semillas, árboles, columnas, fuentes… todo lo necesario para crear el ambiente mágico y único de los jardines de Versalles. Y continuó plantando árboles hasta que tres años después finalizaron los trabajos de las espectaculares fuentes.

El diseño del jardín es geométrico; las estatuas están perfectamente ubicadas al igual que las fuentes. El diseño está medido al milímetro. Nada es por casualidad.

El Jardín de Verano sufrió una excavación y quedó separado del campo de Marte. El río Moika conectaba con el río Fontanka así que el jardín acabó convirtiéndose en una pequeña isla y quedó destinado únicamente para pequeñas recepciones y eventos alejados de las multitudes.

Huracán en el Jardín de Verano

El jardín llegó a albergar 250 esculturas que decoraban las avenidas del mismo mientras paseaban los cortesanos. Sin embargo, en el año 1777 se produjo una inundación y un huracán que llegaron a ocasionar grandes daños a este bello jardín. El resultado fue la pérdida de numerosas estatuas o su destrucción, los árboles fueron arrancados… un auténtico desastre. Hasta el siglo 19 no volvió a abrirse al público pero ya trasladado a las afueras de la ciudad.

Es sin duda, uno de los lugares recomendados para los turistas que estén ávidos de belleza. Por cierto, si decides visitarlo me gustaría que comentaras tus impresiones.

photo credit: Ana Paula Hirama via photopin cc

Escrito por Lidia Roselló