La capital griega posee un galardón único. Su historia, especialmente durante la Antigüedad, está llena de hitos que en realidad forman parte de la historia de toda la civilización occidental. Por otra parte es tal el peso de esa historia remota que difícilmente a lo largo de los siglos siguientes la ciudad jamás ha llegado a alcanzar el esplendor de antaño. No obstante, aunque la huella de la Atenas clásica es la más destacada en la ciudad, también otros episodios posteriores han sido claves para conocer su presente.
La Atenas Clásica
Los orígenes atenienses se remontan al segundo milenio antes de Cristo, cuando sus primeros pobladores se establecieron en la colina que hoy sirve de asiento a la Acrópolis. Durante siglos la ciudad fue gobernada por aristócratas y tiranos, pero cuando llegó el año 594 a. C. sucedió un hecho transcendental. Fue entonces cuando el gobernante Solón introdujo importantes reformas sociales y económicas, y sobre todo proclamó que todos los atenienses eran iguales ante la ley. Este fue el germen de la democracia.
En los siglos siguientes llegaría el periodo de mayor prosperidad para Atenas. Se construyó el Partenón, gobernó Pericles, los escultores adornaron la ciudad, los atletas competían en los juegos olímpicos, nacieron Platón o Aristóteles. En definitiva, la imagen de la Atenas culta, rica y democrática que todos tenemos.
No obstante, ciudades vecinas como Esparta siempre fueron rivales de Atenas y las guerras se fueron sucediendo. Hasta que en el siglo IV a. C. llegó Alejandro Magno desde tierras del norte de Grecia y conquistó la ciudad así como un vasto imperio hacia Oriente. Eso significó el ocaso de la civilización ateniense.
Atenas Conquistada
Sucesivamente fueron llegando nuevos gobernantes a Atenas, siempre venidos de lejos. Primero la conquistaron los romanos en el siglo II a. C, y la ciudad quedó devastada y expoliada, pese a la pasión romana hacia todo lo que provenía de Atenas. Fueron tiempos muy difíciles hasta que Julio César no firmó la llamada Paz de Atenas, que supuso 300 años de calma.
Tras eso la ciudad cayó en manos de los bizantinos, después de los francos, más tarde los florentinos y los venecianos. En definitiva, fue conquista constantemente hasta el siglo XV, cuando llegó una conquista aún más larga, la del imperio turco de los otomanos. Esa época fue muy dura para los griegos y para sus monumentos de la Antigüedad. Incluso el Partenón se convirtió en un polvorín.
La Independencia
Aquel dominio turco se acabó a principios del siglo XIX,cuando el país conquistó la independencia y Atenas se convirtió en su capital. No obstante, todavía le quedaban episodios sangrientos por vivir como la Segunda Guerra Mundial, una guerra civil, un golpe de estado, un periodo de monarquía, y un república que dura hasta nuestros días.
photo credit: hermenpaca via photopin cc Escrito por Armando Cerra