Amalgama de culturas, Estambul es una joya situada entre oriente y occidente.
El enclave de la actual Estambul tiene una situación privilegiada y de gran interés estratégico entre el Bósforo y el Mar Negro, por lo que ha sido objeto de los deseos conquistadores de muchos pueblos.
Estambul en sus orígenes
Los primeros asentamientos conocidos datan del neolítico. Más tarde, entorno al año 660 a.C. colonos griegos fundaron Bisante a orillas del Cuerno de Oro, donde actualmente se encuentra el palacio de Topkapi y de ahí deriva el nombre de Bizancio.
Entre los siglos V y IV a.C. fue cambiando de manos entre Persia, Esparta y Atenas con sucesivas conquistas por parte de estos pueblos.
Fue conquistada por Alejandro Magno, época en que perteneció a los macedonios y más tarde en el 279 a.C. fueron los celtas las que la dominaron.
Cuando en el siglo II a.C. fue asediada por el rey de Bitinia primero y luego por los tracios, Estambul pretendió mantenerse neutral para poder aprovechar el lucrativo comercio que realizaba por lo que recurrió al amparo del Imperio Romano.
En el año 191 a.C. fue reconocida por Roma como ciudad independiente, aunque en el año 100 a.C. fue anexionada al Imperio.
En el año 197 d.C. la ciudad fue acusada de traición y atacada por el emperador Septimio Severo que la saqueó y la destruyó para reconstruirla a imagen de otras ciudades occidentales.
El Imperio Bizantino
Constantino I el Grande comenzó a construir la llamada Nueva Roma, que en el año 330 de nuestra era pasó a llamarse Constantinopla en honor al Emperador y se convirtió en la capital del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino.
Constantinopla vivió una época floreciente en todos los ámbitos, cultural, religioso y económico, convirtiéndose en un eje central del comercio entre Europa y Asia, controlando el paso del Mar Mediterráneo al Mar Negro y llegando a tener 500.000 habitantes.
Su época culminante fue durante el reinado de Justiniano I en el siglo VI, de la que data la construcción de Santa Sofía. Sus altas murallas repelieron ataques de los pueblos bárbaros como hunos, godos, árabes, búlgaros hasta que en 1203 cayó en manos de los cruzados. Si bien fue recuperada por los romanos en 1261, con los cruzados comenzó el declive de la ciudad.
Su último emperador fue Constantino XI que murió defendiéndola de los turcos otomanos.
El Imperio Otomano
El año 1453 marca la caída de Constantinopla, con la entrada de Mehmet II llamado Fatih “El conquistador” y el comienzo del Imperio otomano que se mantendría hasta 1923.
La ciudad sufrió una profunda transformación cultural pasando de ser romana a otomana, de cristiano ortodoxa a musulmana. Muchas iglesias fueron transformadas en mezquitas, se construyeron otras numerosas mezquitas, lujosos palacios y la ciudad vivió otra época de esplendor cultural, de gran cantidad de actividades artísticas, artesanales y la construcción de importantes obras arquitectónicas, marcadas ahora por Islam.
La época de mayor esplendor fue en los siglos XV y XVI durante los reinados de Selim y Suleimán el Magnífico, en la que el arquitecto Sinan hizo despliegue de su genialidad diseñando numerosos edificios. El declive del imperio comenzó en el siglo XVIII cuando la ciudad fue perdiendo su importancia comercial.
La República Turca
En el siglo XIX se inició el movimiento de los Jóvenes Turcos que propugnaban un liberalismo otomano y un nacionalismo que pretendía frenar el avance de las potencias europeas. Acabada la Primera Guerra Mundial, Turquía que se había aliado con Alemania fue ocupada por los Aliados.
En 1922 el brillante militar Mustafá Kemal Pasa, conocido como Atatürk suprimió del sultanato proclamando la República Turca e inició una serie de medidas que revolucionaron la vida del país. La capital se traslada a Ankara y la ciudad se llamó a partir de 1930 Estambul.
Atatürk convirtió el estado en laico, luchó por los derechos de la mujer y convirtió a Estambul en una ciudad moderna.
En los años 50 y 60 un gran número de descendientes de griegos volvieron a Grecia fruto de las persecuciones sufridas por las comunidades armenia, griega y judía. Más tarde durante los años 70 Estambul recibió inmigración de Anatolia por parte de personas que buscaban trabajo en las numerosas nuevas fábricas de la ciudad. Esto provocó un gran crecimiento demográfico y Estambul se fue ampliando hacia la periferia.
Estambul hoy
Hoy Estambul es una ciudad de 13 millones de personas cosmopolita y viva que sigue siendo el centro cultural y comercial de Turquía a pesar de no ser la capital.
Sigue siendo residencia de los patriarcas de la iglesia ortodoxa y de la iglesia armenia, que conviven con el arzobispo católico y con más de 2.500 mezquitas y 16 sinagogas lo que le dan su ambiente multicultural y heterogéneo. La ciudad conserva el antiguo esplendor del pasado en sus palacetes y mezquitas que se mezcla con los suburbios industriales de los más desfavorecidos y las moles de cristal y hormigón que ha traído el progreso y el acercamiento al mundo occidental.
Curiosidades
Se dice que el nombre de Estambul proviene de cuando los turcos preguntaban a los griegos dónde estaba la ciudad, éstos que no entendían le respondían is tin polis, aquélla es la ciudad en griego, y así se la comenzó a llamar en lugar de Constantinopla.
photo credit: Enrique Freire via photopin cc Escrito por Graciela Quevedo