Atenas se encuentra al sur de Europa y prácticamente a orillas del mar. Por lo tanto posee un clima de carácter mediterráneo en el que predominan las buenas temperaturas y la escasez de lluvias. Especialmente notables son estas características en los meses centrales del verano, cuando el termómetro puede ascender hasta valores a veces asfixiantes y las probabilidades de lluvia se reducen al mínimo. Lo cual sumado al ambiente caliente de una gran ciudad, puede provocar una sensación de cierto bochorno.
Por ello las mejores fechas para viajar a Atenas son los meses de primavera y comienzos del otoño. Entonces las temperaturas son mucho más llevaderas y aunque pueda caer algún chaparrón, nunca la lluvia va a ser la tónica general. Algo que sí que es más probable en invierno.
La estancia en Atenas
Esas condiciones climáticas ya nos indican el equipaje que hemos de llevar en nuestra maleta. Una ropa que, para los españoles, no será muy diferente a la que usemos en nuestro día a día, ya que las similitudes meteorológicas entre Grecia y España son evidentes. Únicamente habrá que preocuparse por la cantidad de ropa a llevar, dependiendo del tiempo que dure nuestro viaje.
Está claro que una ciudad como Atenas puede requerir muchos días de visita si se quiere conocer su patrimonio, sus tradiciones y su cotidianidad en profundidad. De hecho, los amantes de la historia antigua pueden pasarse allí semanas maravillándose y descubriendo nuevos secretos sobre la civilización griega. Lamentablemente, no todo el mundo tiene la posibilidad de disfrutar de unas largas vacaciones y ha de acotar su estancia a su situación laboral y económica.
Adaptándose a esos condicionantes, una estancia de entre cinco y siete días en la capital griega puede ser una buena opción. Durante todos esos días se puede conocer gran parte de sus monumentos y museos más significativos, pero además durante ese periodo se le puede tomar el pulso a la ciudad, familiarizándose con su callejero y sus medios de transporte, y sobre todo con los ritmos para disfrutar de su gastronomía y su oferta de ocio.
Por otro lado sería recomendable un viaje de unos quince días si a la estancia en Atenas se le quiere sumar conocer sus alrededores, francamente interesantes, e incluso hacer un crucero por las personalísimas islas del mar Egeo. Un viaje para el que tan solo se necesita llevar euros y el documento nacional de identidad en la cartera, al ser Grecia un país miembro de la Unión Europea.
Escrito por Armando Cerra