Las Murallas de Constantinopla fueron uno de los sistemas de fortificaciones de la antigüedad más complejos y elaborados que se hayan construido.
Un poco de historia
Las mandó construir Constantino I el Grande cuando Constantinopla se convirtió en la capital del Imperio Romano de Oriente, y rodeaban completamente la ciudad protegiéndola tanto de ataques marítimos como terrestres.
Estaba construida alternando hileras de ladrillos rojos con bloques de arenisca.
Llegó a tener seis kilómetros y medio, extendiéndose desde el Mar de Mármara al Cuerno de Oro, tenía 11 puertas fortificadas y 92 torres y defendió la ciudad durante más de dos mil años.
A las Murallas construidas en el Mar de Mármara entre Sarayburnu y Yedikule se las conoce como Murallas Marítimas, y Murallas Terrestres son las que se extienden entre Yedikule y el Cuerno de Oro.
En el siglo V durante el reinado del emperador Teodosio II; se construyó una segunda hilera de murallas. Éstas equipadas con armamento y protegidas por numerosos soldados eran prácticamente inexpugnables y permitieron repeler ataques de ávaros, árabes, búlgaros, etc.
Con el comienzo de la utilización de la pólvora y el asedio con cañones la protección de las ciudades con murallas era menos efectiva, sin embargo se dice que cuando los otomanos tomaron Constantinopla en 1453 pudieron entrar gracias a que cedió una puerta y no a que se hubiera derrumbado la propia muralla.
Las Murallas de Constantinopla hoy
Las murallas se mantuvieron intactas durante casi todo el período otomano, aunque no se mantenían ya que éstos no preveían ataques a la ciudad; pero fue el crecimiento de la ciudad en el siglo XIX lo que hizo que se las fuera desmantelando.
A pesar de todo, varios tramos siguen en pie y se ha comenzado un proceso de restauración, como en la zona de la puerta de Belgrado o Belgratkapi que ha sido reconstruida utilizando los materiales originales con lo que el visitante puede hacerse una idea de la tamaño de las Murallas. La Unesco las ha declarado como una de las herencias culturales de la Humanidad.
Fortaleza de Yedikule
La Fortaleza de Yedikule o de las siete torres, una fortaleza formada por gruesos muros que unen sus torres es la parte más imponente de las Murallas.
Era una de las puertas de entrada a la ciudad, y en su puerta de entrada destaca un escudo con el águila bicéfala símbolo de Bizancio.
Tuvo gran importancia en su época porque en ella se celebraban las victorias importantes sobre los invasores. También fue sede del tesoro otomano durante un tiempo, y también se utilizó como cárcel para los presos políticos.
En su interior se pueden visitar un anfiteatro y una mezquita.
photo credit: archer10 (Dennis) via photopin cc Escrito por Graciela Quevedo