La Plaza de Cataluña es uno de los centros neurálgicos de la ciudad con una superficie que ronda las cinco hectáreas. Es el nexo de unión entre la ciudad más antigua con el ensanche. También es el punto de partida de calles como Las Ramblas, el Paseo de Gracia, las rondas de Universidad o la avenida de Portal del Ángel, gran zona comercial de la ciudad condal, entre otras.

Historia de la Plaza de Cataluña

En el espacio donde está ubicada la Plaza se encontraba una explanada a las afueras de la ciudad localizada enfrente de una de las puertas principales de la localidad en la que comenzaban distintos caminos hacia las poblaciones adyacentes, lo cual la convertía en un lugar estratégico para el mercadeo y se convirtió, finalmente, en un punto importante para Barcelona. Con la construcción del Ensanche diseñado por Ildefons Cerdá, se derribaron las murallas. Inicialmente el plano de Cerdá no contemplaba ninguna plaza en este lugar ya que quedaba relegado a barrio periférico queriendo otorgar la supremacía a la Plaza de las Glorias Catalanas, lugar que Cerdá diseñó con el objetivo de convertirse en el epicentro de la ciudad condal. Fue con el Plan Rovira en 1859 cuando se diseñó una plaza en este enclave estratégico hasta que el 1862 el Ayuntamiento de Barcelona concedió el permiso para la urbanización de esta Plaza con las consiguientes expropiaciones de terrenos y demás construcciones que se habían ido edificando en mitad del espacio reservado para la Plaza Cataluña.

Diseño de la Plaza

La Plaza es un centro comercial y de servicios. Sus edificios cuentan con hoteles, bancos, bares y restaurantes así como tiendas y centros comerciales. El lugar central suele estar ocupado por conciertos, celebraciones ciudadanas así como por eventos tipo excursiones temporales o la Semana del Libro Catalán. La plaza cuenta en sus instalaciones con numerosas esculturas de artistas importantes entre las que destacan la Diosa de Josep Clará, Barcelona de Frederic Marés o el Pastor de Oablo Gargallo.

Punto de Encuentro

La Plaza de Cataluña es el punto de encuentro para muchos barceloneses y turistas, sin duda un lugar para conocer y pasear, donde relajarte en uno de sus cafés o comprar algún capricho de Barcelona. Si el paseo coincide con algún evento, que posiblemente será así, disfrutarás con la algarabía y alegría que emana de la Plaza.

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Escrito por Lidia Roselló