Uno de los principales museos que se pueden visitar en la localidad de Tromso es el Museo Polaria. El edificio que cuenta con 2.200 m2 y es una construcción emblemática dentro de la localidad ya que representa distintos bloques empujados a tierra firme por el Mar ártico. Entre sus instalaciones cuenta con un acuario ártico, exhibiciones culturales, un cine panorámico y una tienda de regalos y souvenirs.

Flora y fauna ártica en Polaria

Polaria se inauguró en 1998 gracias a la iniciativa del Departamento Medioambiental con el fin de promover el conocimiento de la flora y la fauna ártica y cuáles son sus consecuencias climáticas y medioambientales entre los turistas y demás visitantes.

Polaria forma parte del Centro Medioambiental Polar puesto que cuenta con varios centros de investigación, entre ellos destaca el Instituto Polar Noruego que es el más grande.

El documental del ártico

Otra de las atracciones de Polaria es la retransmisión de la película “Svalbard- ártico salvage” de Ivo Caprino. En este documental el visitante puede ver un viaje aéreo en helicóptero a lo largo de la costa oeste de Spitsbergen, la costa más grande de las islas Svalbard. Durante el viaje se puede la singular flora y fauna de la zona, los vuelos sobre los enormes icebergs y conocer también al rey del ártico. Al finalizar el documental los visitantes son trasladados al “Camino del ártico” donde pueden experimentar cómo es una tormenta de nieve, un perezoso oso polar o las auroras boreales. Sin duda, una experiencia única y difícil de olvidar para el visitante de Polaria.

El acuario y las focas barbudas

Pero la atracción principal sin duda es el acuario, donde las protagonistas son las focas barbudas, una especie ártica muy popular entre los niños debido a su carácter tranquilo e inteligente naturaleza. El visitante podrá adentrarse por un túnel que le transportará por debajo del acuario y más adelante ver cómo es el entrenamiento de las focas. Además, el acuario cuenta con exposiciones sobre las especies marinas  más frecuentes en el Mar de Bartens.

photo credit: Harald Groven via photopin cc

Escrito por Lidia Roselló