A los griegos, como buen pueblo de tradiciones mediterráneas, les encanta disfrutar de una buena comida. Y además están muy orgullosos de los sabores y aromas de su gastronomía, por lo que en los muchos de los restaurantes diseminados por la capital ateniense se esmeran en mostrar esa riqueza culinaria.
Si el visitante desea disfrutar de la experiencia plena de los platos griegos, lo ideal es que un día, al menos, se disponga a darse todo un festín gastronómico y siga los pasos que son típicos en una gran comilona griega.
Aperitivos y entrantes
Lo habitual es iniciar la comida con una especie de aperitivo, en el que lo tradicional es beber el aguardiente más típico de Grecia, el oúzo. Una bebida que abre el apetito con su sabor anisado y que se suele acompañar por algún plato de olivas, embutidos o pescado frito.
Tras eso, generalmente se sirve una ensalada. En las ensaladas griegas nunca faltan el pepino y las aceitunas negras, y por supuesto también aparece el queso de oveja más emblemático y conocido del país, el queso feta. No obstante, si la estación del año en que se viaja a Grecia es invierno, esta ensalada se puede convertir en algún tipo de sopa. Entre ellas, una de las más habituales es la sopa de verduras con huevo.
Carne o pescado
Y después de este inicio de comida llegan los platos principales, elaborados tanto de carne como de pescado. En cuanto a la carne uno de los platos estrellas es el soutzoukakia consistente en albóngidas y arroz con tomate. También es habitual tomar las dólmades, cuyo aspecto ya es más que sugerente, porque se trata de hojas de col enrolladas en cuyo interior se encuentra carne picada con arroz. Aunque tal vez el más popular se el souvlaki, la famosa brocheta griega a base de carne de cordero y de cerdo.
Además con todos estos platos siempre se sirven guarniciones, tanto en forma de ensalada como en puré. De estas guarniciones bien merece citarse la que hacen con berenjenas aromatizadas con orégano.
Estos acompañamientos se suelen servir con muchos platos de pescado. Hay que tener en cuenta que Atenas está muy próxima al mar y por ello la tradición de cocinar pescado es muy larga. Si se desea probarlo de la forma más típica, lo ideal es catar los salmonetes a la parrilla. Y también son muy sabrosos los pescaditos fritos, elaborados con un poco de vino Retsina, el vino más famoso del país.
Los dulces
Y concluyendo el festín llega la hora de los postres. También aquí las opciones son variadas y todas ellas suculentas. Desde un surtido de quesos hasta el famoso yogurt griego. Pero los más golosos no pueden dejar escapar la oportunidad de comerse los típicos pasteles de hojaldre con miel y frutos secos. U otra opción es acabar con algo más ligero, un helado griego cuyo nombre es pagotá.
photo credit: eblaser via photopin cc Escrito por Armando Cerra